Afectados por los parques eólicos de la provincia de Ávila junto a asociaciones científicas como la Asociación Geográfica Ambiental, ecologistas como la Asociación en defensa del Río Alberche, el Grupo local SEO-AVILA, la Asociación Para el Desarrollo Integral Valdecorneja y Sotillo Verde, además de plataformas como la de por la Vida en el Valle Amblés, quieren poner en conocimiento la situación de irregularidad en la que se encuentran los parques eólicos que se están construyendo en la Sierra de Ávila. Para ello han realizado los días 15 y 16 de mayo unas jornadas divulgativas en la que se llevó a cabo una visita hasta las infraestructuras y aerogeneradores que han sido instalados. En ella se ha podido comprobar como las actuaciones realizadas no se ajustan a lo indicado en un proyecto obsoleto que, redactado en 2001, ha sufrido modificaciones posteriores sin sometimiento a la información pública pertinente, ni a un estudio de Impacto Ambiental actualizado donde se pueda valorar la incidencia real de los nuevos emplazamientos y aerogeneradores en el entorno. Esta situación ha derivado en una serie de irregularidades que han supuesto graves afecciones al paisaje, la flora, fauna, patrimonio cultural y en la propiedad privada.
Así, los viales y taludes realizados que deberían por si solos haber sido sometidos al trámite de evaluación de impacto ambiental según la Ley de Prevención Ambiental de Castilla y León (Anexo IV) duplican el tamaño proyectado, lo que ha supuesto importantes cicatrices en un entorno en el que apenas se dejaba sentir la huella del hombre, siendo en la actualidad visibles desde municipios como Valdecasa o desde el propio Valle Amblés. Pero esta, según se expone, no ha sido la única afección detectada, pues se han realizado trabajos a unos 200 m de una de las principales colonias de buitre leonado de la provincia, ha muerto a comienzos del mes de mayo de 2009 un ejemplar de águila real, se han destrozado vías pecuarias y se han abierto accesos por fincas de propiedad particular. Entre ellas hay realizados importantes taludes con un movimiento de tierras innecesario motivado por las prisas de la empresa promotora Genesa de acabar cuanto antes los trabajos. Además de estas circunstancias, que en ningún caso estaban reflejadas en el estudio de impacto ambiental realizado, el parque eólico lleva asociado otras dos afecciones directas, la primera motivada por el fraccionamiento de los proyectos lo que impide evaluar los impactos de los parques eólicos en su totalidad y la segunda, generada de la necesidad de evacuar la energía producida atravesando la Sierra de Ávila, el Valle Amblés y llegando finalmente hasta el municipio de Navalperal de Pinares, todo ello por un paisaje con una presencia importantísima en lo que a aves rapaces se refiere. Este situación motiva la realización de una línea de alta tensión que también fue sometida a evaluación de impacto ambiental dentro de un procedimiento igualmente plagado de irregularidades (los firmantes del estudio no estaban capacitados para ello) y sin ningún rigor técnico, pues no reflejaba como medida correctora la necesidad de soterrar el tendido eléctrico, aspecto algo más costoso pero que ya es práctica común en otros parques eólicos españoles, así como en otras actuaciones realizadas en nuestro país y en otros de la Unión Europea. Es importante destacar que empresas como Endesa sean insensibles ante los daños ambientales causados a pesar de su publicidad “verde” que es sólo eso publicidad, pues de respeto ambiental tiene bastante poco que ofrecer en proyectos como el de la mencionada línea.
Es importante destacar igualmente el proceso expropiatorio realizado no solo a los propietarios de la línea de evacuación, sino también a los propietarios de los terrenos donde se ubican aerogeneradores y plataformas para su montaje. La empresa ha llevado a cabo un expediente expropiatorio de fincas donde ya no era necesario realizarlo, dado que se les ha permitido abrir caminos de acceso y viales no contemplados en el proyecto aprobado y realizar una serie de daños medioambientales, los cuales deben ser restaurados, motivo que también se denuncia con la realización de eventos como el aquí expuesto.
Queremos además, hacer constar, que se han puesto en conocimiento dichas irregularidades por escrito no solo al Servicio Territorial de Ávila, responsable en ultima instancia de la aprobación del proyecto y procedimiento expropiatorio, sino también a organismos como el EREN donde tampoco se hizo ninguna gestión tras la reunión informativa mantenida con dicho organismo.
Por eso los participantes reclaman a la Junta de Castilla y León como órgano sustantivo y ambiental un mayor rigor técnico, que cumplan con su deber y que haga a la empresa restaurar los daños causados por afecciones que no figuran en ningún documento. Recalcar que en ningún caso los participantes estamos en contra de las energías renovables, todo lo contrario, tan solo exponemos que los proyectos y procedimientos se adecuen a la legislación vigente, se tenga un mayor rigor ambiental en zonas de especial calidad como la referida y se ajusten a los proyectos aprobados por los organismos responsables, caso que no se ha producido.
Así, los viales y taludes realizados que deberían por si solos haber sido sometidos al trámite de evaluación de impacto ambiental según la Ley de Prevención Ambiental de Castilla y León (Anexo IV) duplican el tamaño proyectado, lo que ha supuesto importantes cicatrices en un entorno en el que apenas se dejaba sentir la huella del hombre, siendo en la actualidad visibles desde municipios como Valdecasa o desde el propio Valle Amblés. Pero esta, según se expone, no ha sido la única afección detectada, pues se han realizado trabajos a unos 200 m de una de las principales colonias de buitre leonado de la provincia, ha muerto a comienzos del mes de mayo de 2009 un ejemplar de águila real, se han destrozado vías pecuarias y se han abierto accesos por fincas de propiedad particular. Entre ellas hay realizados importantes taludes con un movimiento de tierras innecesario motivado por las prisas de la empresa promotora Genesa de acabar cuanto antes los trabajos. Además de estas circunstancias, que en ningún caso estaban reflejadas en el estudio de impacto ambiental realizado, el parque eólico lleva asociado otras dos afecciones directas, la primera motivada por el fraccionamiento de los proyectos lo que impide evaluar los impactos de los parques eólicos en su totalidad y la segunda, generada de la necesidad de evacuar la energía producida atravesando la Sierra de Ávila, el Valle Amblés y llegando finalmente hasta el municipio de Navalperal de Pinares, todo ello por un paisaje con una presencia importantísima en lo que a aves rapaces se refiere. Este situación motiva la realización de una línea de alta tensión que también fue sometida a evaluación de impacto ambiental dentro de un procedimiento igualmente plagado de irregularidades (los firmantes del estudio no estaban capacitados para ello) y sin ningún rigor técnico, pues no reflejaba como medida correctora la necesidad de soterrar el tendido eléctrico, aspecto algo más costoso pero que ya es práctica común en otros parques eólicos españoles, así como en otras actuaciones realizadas en nuestro país y en otros de la Unión Europea. Es importante destacar que empresas como Endesa sean insensibles ante los daños ambientales causados a pesar de su publicidad “verde” que es sólo eso publicidad, pues de respeto ambiental tiene bastante poco que ofrecer en proyectos como el de la mencionada línea.
Es importante destacar igualmente el proceso expropiatorio realizado no solo a los propietarios de la línea de evacuación, sino también a los propietarios de los terrenos donde se ubican aerogeneradores y plataformas para su montaje. La empresa ha llevado a cabo un expediente expropiatorio de fincas donde ya no era necesario realizarlo, dado que se les ha permitido abrir caminos de acceso y viales no contemplados en el proyecto aprobado y realizar una serie de daños medioambientales, los cuales deben ser restaurados, motivo que también se denuncia con la realización de eventos como el aquí expuesto.
Queremos además, hacer constar, que se han puesto en conocimiento dichas irregularidades por escrito no solo al Servicio Territorial de Ávila, responsable en ultima instancia de la aprobación del proyecto y procedimiento expropiatorio, sino también a organismos como el EREN donde tampoco se hizo ninguna gestión tras la reunión informativa mantenida con dicho organismo.
Por eso los participantes reclaman a la Junta de Castilla y León como órgano sustantivo y ambiental un mayor rigor técnico, que cumplan con su deber y que haga a la empresa restaurar los daños causados por afecciones que no figuran en ningún documento. Recalcar que en ningún caso los participantes estamos en contra de las energías renovables, todo lo contrario, tan solo exponemos que los proyectos y procedimientos se adecuen a la legislación vigente, se tenga un mayor rigor ambiental en zonas de especial calidad como la referida y se ajusten a los proyectos aprobados por los organismos responsables, caso que no se ha producido.
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