El proyecto de la macrourbanización de Villanueva de Gómez con sus tres campos de golf asociados es posiblemente el mayor impacto ambiental hasta la fecha realizado en la provincia de Ávila a pesar de contar con informes negativos de técnicos de la propia Junta que la tachan de sinsentido y despropósito desde el punto de vista de la ordenación del territorio y del medio ambiente, según informaciones del Diario “El País”. Esto es debido a la ya conocida tala de más de 120.000 pinos maduros una vez esté finalizado el proyecto, pues según el alcalde del municipio la densidad del pinar es de 150 pinos por hectárea y 800 has las que se verán afectadas. La tala conllevará la desaparición de un sin fin de especies animales, la gran parte protegidas, entre las que destaca el águila imperial y otras aves rapaces. Pero además de estas especies existen otras en grave peligro de extinción por ser unas grandes desconocidas dentro de la fauna ibérica. Desde la Asociación Geográfica Ambiental se destaca igualmente la grave afección a la que se verán expuestas las náyades o almejas de río, en concreto dos de sus especies, el Unio cf. pictorum y la Anodonta cf. anatina. Los datos de su segura presencia son fácilmente constatables, pues además de numerosas citas de científicos abulenses, existe un manual realizado a través de un proyecto Life de la Unión Europea en el que participa la Junta de Castilla y León, cooeditora del libro, lo que refleja la importancia de las especies aquí citadas. Las medidas correctoras que se incluyen en la desafortunada Declaración de Impacto Ambiental del día 17 de octubre no son nada más de un mero parche en lo referente a la gestión de los recursos hídricos, pues no aportan nada nuevo a lo que obliga La Ley de Aguas en relación a la protección y por tanto no afección de la zona de servidumbre y policía de los ríos. Según queda claro el promotor demanda casi un millón de metros cúbicos para todo el proyecto. Esto independiente de donde se extraiga, de superficie, cosa más que probable o de manera subterránea, cosa muy difícil por la altas tasas de arsénico que impide beber a los propios habientes del municipio, llevará asociada dos consecuencias, la disminución del caudal del Adaja, ya maltrecho desde la construcción del embalse de Las Cogotas, y la merma de calidad de las aguas. A su vez se producirá la pérdida de los peces presentes en el río. Esta situación será la causante de la desaparición de las náyades presentes en estas agua, lo que causará un grave impacto ecológico en la cuenca del Adaja. Se debe a que las náyades necesitan para su reproducción de estos peces y a su vez estos peces necesitan de las náyades para su supervivencia pues son unos excelentes filtradores de las aguas donde se encuentran, mejorando la calidad de las mismas. A parte de este impacto sobre los peces, sufrirán directamente el producido por la contaminación de las aguas. Sirva un dato objetivamente contrastado por científicos del CSIC como Rafael Araujo para entender la gravedad del problema, una de estas almejas de río puede filtrar 50 litros de agua al día.
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