La apertura de nuevas pistas en la Sierra de la Paramera además de los impactos producidos por su realización, visibles desde numerosos puntos del Valle Amblés, está trayendo una serie de consecuencias muy negativas asociadas a la ilegalidad de las mismas, pues hemos de recordar que deberían haber estado sometidas a Evaluación de Impacto Ambiental según se expone en la Ley de Prevención Ambiental de Castilla y León en su Anexo IV, en donde quedan recogidas las “Pistas forestales de cualquier naturaleza, con pendiente en algún tramo superior al 15%, o de longitud superior a 5 km”. Este hecho es fácilmente constatable pues en numerosos puntos se han realizado actuaciones con pendientes muy superiores al 15%.
Las consecuencias asociadas a su apertura, que además pretenden unir pistas de ambas vertientes de la Paramera, como lo demuestra la presencia de retroexcavadoras en la zona de cumbres a más de 2000 m, se deben a las labores de desbroce que se están realizando, eliminando la vegetación autóctona compuesta por piornos y enebros rastreros, que actúan con sus raíces como fijadores de suelo, además de servir como soporte de vida a multitud de especies como acentores, pechiazules o a lagartijas como la serrana, cuya subespecie cyreni es endémica y por lo tanto única de este espacio. El más que presumible fin es o bien poner las bases para un futuro parque eólico o lo que parece más lógico, continuar con las labores de reforestación monoespecíficas de pino silvestre con aterrazamientos que tan graves consecuencias tienen para la capa edáfica y que aumentan el riesgo de incendio por ser los pinos especies bastantes inflamables que necesitan un cuidado y limpieza que a las antiguas reforestaciones no se le ha dado, habiéndose encontrado bajo ellas gran cantidad de combustible, con numerosas ramas de gran tamaño sobre el suelo. Además estas reforestaciones suponen la acidificación de los suelos, lo que produce un empeoramiento en la calidad de los mismos a lo que se suma una disminución en la biodiversidad animal. También desde la Asociación recordamos que el pino silvestre alcanza su óptimo a unos 1500 m no debiendo superar los 2000 m como aquí se pretende.
La Asociación no está en contra de la realización selectiva de reforestaciones pero no con métodos tan destructivos como los aterrazamientos o destruyendo espacios tan singulares como pastos para el ganado y cervunales desde los cuales nacen diferentes arroyos que han sido eliminados cortando el flujo de agua a especies singulares como el escaso abedul a los cuales sí se debería potenciar al igual que los robledales.
Por ello, la Asociación Geográfica Ambiental pide, que desde la propia administración implicada (Junta de Castilla y León y Asocio de Ávila), se aplique, la propia legislación que dictan o que se vigile su aplicación en caso de no ser ella quien realice estas actuaciones. Además recordamos la necesidad de elaborar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales que se debería haber sido realizado por la Junta al incluir este espacio en 1992 en la Red de Espacios Naturales de la Comunidad y que además es LIC. Posiblemente, si este documento estuviese elaborado, las actuaciones descritas serían incompatibles con la conservación de sus valores naturales y por lo tanto estarían prohibidas.
Por ultimo nuestra asociación también ha detectado la realización de labores de desbroce en las inmediaciones a Navacepedilla de Corneja, así como una disminución de las poblaciones de Cernícalo Primilla del Valle Amblés, lo que unido a la futura línea de alta tensión proyectada, de mayor capacidad ante los cambios de mayor altura previstos para los aerogeneradores, produce que el espacio ocupado por el Valle y sus serranías esté sufriendo impactos ambientales, paisajísticos y sociales irreversibles y que las futuras generaciones heredarán, ante la falta de sensibilidad de las diferentes administraciones involucradas.
Las consecuencias asociadas a su apertura, que además pretenden unir pistas de ambas vertientes de la Paramera, como lo demuestra la presencia de retroexcavadoras en la zona de cumbres a más de 2000 m, se deben a las labores de desbroce que se están realizando, eliminando la vegetación autóctona compuesta por piornos y enebros rastreros, que actúan con sus raíces como fijadores de suelo, además de servir como soporte de vida a multitud de especies como acentores, pechiazules o a lagartijas como la serrana, cuya subespecie cyreni es endémica y por lo tanto única de este espacio. El más que presumible fin es o bien poner las bases para un futuro parque eólico o lo que parece más lógico, continuar con las labores de reforestación monoespecíficas de pino silvestre con aterrazamientos que tan graves consecuencias tienen para la capa edáfica y que aumentan el riesgo de incendio por ser los pinos especies bastantes inflamables que necesitan un cuidado y limpieza que a las antiguas reforestaciones no se le ha dado, habiéndose encontrado bajo ellas gran cantidad de combustible, con numerosas ramas de gran tamaño sobre el suelo. Además estas reforestaciones suponen la acidificación de los suelos, lo que produce un empeoramiento en la calidad de los mismos a lo que se suma una disminución en la biodiversidad animal. También desde la Asociación recordamos que el pino silvestre alcanza su óptimo a unos 1500 m no debiendo superar los 2000 m como aquí se pretende.
La Asociación no está en contra de la realización selectiva de reforestaciones pero no con métodos tan destructivos como los aterrazamientos o destruyendo espacios tan singulares como pastos para el ganado y cervunales desde los cuales nacen diferentes arroyos que han sido eliminados cortando el flujo de agua a especies singulares como el escaso abedul a los cuales sí se debería potenciar al igual que los robledales.
Por ello, la Asociación Geográfica Ambiental pide, que desde la propia administración implicada (Junta de Castilla y León y Asocio de Ávila), se aplique, la propia legislación que dictan o que se vigile su aplicación en caso de no ser ella quien realice estas actuaciones. Además recordamos la necesidad de elaborar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales que se debería haber sido realizado por la Junta al incluir este espacio en 1992 en la Red de Espacios Naturales de la Comunidad y que además es LIC. Posiblemente, si este documento estuviese elaborado, las actuaciones descritas serían incompatibles con la conservación de sus valores naturales y por lo tanto estarían prohibidas.
Por ultimo nuestra asociación también ha detectado la realización de labores de desbroce en las inmediaciones a Navacepedilla de Corneja, así como una disminución de las poblaciones de Cernícalo Primilla del Valle Amblés, lo que unido a la futura línea de alta tensión proyectada, de mayor capacidad ante los cambios de mayor altura previstos para los aerogeneradores, produce que el espacio ocupado por el Valle y sus serranías esté sufriendo impactos ambientales, paisajísticos y sociales irreversibles y que las futuras generaciones heredarán, ante la falta de sensibilidad de las diferentes administraciones involucradas.
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