Una ciudad que presenta vertederos en el centro no merece ser olímpica. Es el caso de Madrid, en donde los vecinos del puente Segovia, "disfrutan" desde hace más de cuatro años de un vertedero donde antes había un parque, todo ello a consecuencia de las obras de la M-30 y a tan solo 200 m del principal monumento de la ciudad, el Palacio Real.
Al comienzo de las obras de la citada infraestructura, realizada sin la pertinente y obligatoria evaluación de impacto ambiental, en donde había río, parques e instalaciones deportivas empezaron a proliferar escombreras de todo tipo. Uno de estos parques situado entre el puente Segovia y el Paseo de la Virgen del Puerto, junto a la ermita del mismo nombre, pasó en poco tiempo a ser un espacio dedicado al depósito de residuos todo tipo. Para estupefacción de los ciudadanos, este lugar una vez finalizadas las obras de la M-30 (han pasado casi dos años), continúa en el mismo estado. Hasta aquí, el ayuntamiento a través de la empresa Urbaser traslada cantidad de basuras en camiones o furgonetas depositándolos en grandes contenedores, donde se almacenan temporalmente para llevarlos hasta algún punto indeterminado.
Esta zona es frecuentda todos los días por multitud de viandantes que tienen que soportar pestilentes olores y la absorción de dioxinas por sus vías respiratorias con el consiguinete riesgo de contraer enfermedades, entre ellas las de tipo cancerígeno.
Por favor señora Botella, concejala de Medio Ambiente y señor alcalde Gallardón hagan algo por subsanar esta tercermundista situación, en vez de multar a las comunidades de vecinos que no reciclan bien a pesar de haber e ellas gente responsable que sí realiza esta labor. Para aplicar esta normativa mirensé antes e un espejo.
Terninarmos como hemos empezado diciendo No a este Madrid Olímpico
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