Para conmemorar el Día Mundial del Agua se escogió el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel por ser un espacio en el que precísamente la gestión incorrecta de este recurso natural ha dejado herido de muerte a un espacio que antaño contaba con una superficie inundada superior a las 1500 ha, mientras hoy no se llegan ni tan siquiera a las 100. El paso en la década de los 60-70 de los cultivos de secano a regadío, junto a la aparición de un gran número de pozos ilegales para regar estas tierras supusieron en un primer momento la desaparición de los "Ojos del Guadiana" y posteriormente de casi toda la lámina de agua que cubría el parque. Esperemos que lo sucedido aquí sea un claro ejemplo de lo que no se debe hacer y cambien en el futuro las formas de gestionar el agua, los usos agrarios y los humedales, cada vez más escasos en nuestro país.
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